En EE.UU. existen dos
familias de serpientes venenosas. Las serpientes corales (Elapidae) se
encuentran en el sur. Son de colores brillantes con anillos negros, rojos y
amarillos, y producen un veneno neurotóxico. Rara vez atacan a los humanos.
La familia Crotalidae, o
víboras picadas, que comprende serpientes de cascabel, “boca de algodón”, y
“cabeza de cobre”, se distinguen por la presencia de órganos sensores de la
temperatura o “fosas” entre los ojos y los orificios nasales.
La toxina de los
crotálidos causa primariamente hemólisis, hemorragia y daño de los tejidos
blandos locales. Alrededor del 25 % al 50 % de las mordeduras de serpientes
venenosas no originan envenenamiento.
Cuadro clínico
Los pacientes con
mordeduras de serpiente pueden exhibir ansiedad extrema y es importante no
confundirla con un signo de envenenamiento. Las alteraciones de los tejidos
locales incluyen dolor, edema, formación de bullas y equimosis.
Son posibles la CID y la
insuficiencia renal aguda. El envenenamiento por serpiente coral puede provocar
parálisis bulbar y respiratoria.
Diagnóstico
Todos los pacientes con
mordeduras de serpientes venenosas deben ser sometidos a evaluación completa
con independencia del cuadro inicial, ya que los efectos pueden aparecer de
modo impredecible hasta ocho horas después del accidente.
Además de la historia
clínica y la exploración física, se recomiendan hemograma completo, detección
selectiva de CID, medición de creatina fosfocinasa, electrocardiograma y
análisis de orina.
Las mediciones
circunferenciales seriadas de la extremidad afecta pueden ser útiles para
vigilar el progreso de la inflamación y el edema.
Tratamiento
Están indicadas medidas
de apoyo intensivas. El antiveneno es el único tratamiento específico
disponible. En caso de mordedura por crotálidos, su empleo sólo se recomienda
si existe evidencia clínica de envenenamiento.
La evaluación clínica de
la severidad de la mordedura guía la cantidad de antiveneno que debe
administrarse. Se emplean varios sistemas de puntuación objetivos.
Para el envenenamiento
mínimo se utilizan hasta 5 viales de antiveneno y para el moderado se emplean
entre 5 y 15 viales. Para los casos graves pueden ser necesarios 20 viales o
más. Los niños pueden requerir aumento de la dosis hasta en un 50 %.
El antiveneno específico
se debe administrar a cualquier persona que haya sido mordida por una serpiente
coral con independencia del cuadro inicial, ya que los síntomas pueden
progresar con rapidez una vez que aparecen. La administración de antiveneno
provoca anafilaxis y enfermedad del suero en un porcentaje significativo de
pacientes.
Prevención
La prevención se basa en
evitar las áreas infestadas y las conductas de alto riesgo, como levantar
piedras y mover matorrales en el campo. Las botas y los pantalones largos
ofrecen protección significativa contra las mordeduras de serpiente.
El llevar una luz mientras se camina por la noche
proporciona un repelente eficaz contra las serpientes.
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